LORENA MONTES

Lorena Montes Nosti

Resido en Gijón desde los 9 años de edad, antes residía en La Felguera, nacida en 1975, tengo 45 años. Hija de un trabajador de la industria y una mujer trabajadora del servicio de comedor escolar en los centros públicos de Gijón. 

Mi referente en la vida siempre ha sido mi padre, un hombre con conciencia de clase, de izquierdas, activista en la clandestinidad por la represión franquista, comprometido toda la vida con la lucha sindical y trabajando en la defensa de la escuela pública y los derechos de los vecinos en Gijón. A día de hoy, ya jubilado, sigue mostrando sus inquietudes por las necesidades de Gijón y de sus gentes, en el periódico local de El Comercio. 

Tengo el título de Grado de Trabajo Social, profesión que he ejercido en el Ayuntamiento de Gijón y actualmente en el Ayuntamiento de Gozón y tengo el título de Técnico de Animación Sociocultural y un Máster de Política Social y Bienestar Social, a parte de la formación continua que precisa mi profesión. 

Llevo más de veinte años, siendo voluntaria en diferentes etapas de mi vida, en diversas ONGs, como por ejemplo ACCEM, Cáritas, Manos Unidas, Scouts de Asturias y actualmente soy la Secretaria de la Federación de ampas de colegios públicos de Gijón y Carreño. 

Siempre he votado a la izquierda, pero nunca he militado en ningún partido político hasta que llegó Podemos. Tomé acta como concejala en el Ayuntamiento de Gijón, en la anterior legislatura, de 2015-2019. 

Desde Diciembre de 2020, tengo el honor de formar parte del Consejo de Coordinación de Podemos Xixón, como responsable del área de Feminismos, donde tengo la suerte de compartir trabajo y militancia con personas coherentes, trabajadoras y comprometidas en la construcción de un mundo mejor. 

Mi motivación es ver que España tiene grandes desafíos: un alto nivel de paro, un desempleo juvenil crónico, una crisis de vivienda de proporciones inquietantes, una profunda pobreza generalizada, unas medidas de protección social en muchos casos inadecuadas, un sistema educativo con necesidades de mejora y ampliación de recursos, políticas fiscales que brindan muchos más beneficios a los ricos que a los pobres y una mentalidad burocrática profundamente arraigada en muchas partes del Gobierno que valora los procedimientos formalistas por encima del bienestar de las personas.

¡Se puede construir un mundo mejor, claro que se puede!