Podemos Equo Xixón rechaza que las condiciones de negociación sobre el futuro de la renta social se impongan antes del diálogo

La portavoz de Podemos-Equo Xixón ha respondido en la mañana de ayer a las declaraciones de la concejala de Servicios Sociales, Natalia González, en referencia a la eliminación de la renta social municipal y al futuro diseño de las llamadas “ayudas complementarias”: “Negociar con unas condiciones y planteamientos impuestos a través de los medios de comunicación no es nuestra forma de llegar a acuerdos”.

Que el punto de partida de la negociación esté tan cerrado hace pensar que el equipo de gobierno no quiere dialogar, desoyendo un mandato de las urnas que no le dió mayoría suficiente. “Fuimos las primeras que señalamos que Foro tomó nuestra propuesta y la desvirtuó con su aplicación, y que debemos avanzar para mejorarla; pero entre eso y sentarnos con las condiciones puestas en la mesa hay una gran diferencia que nos habla del poco interés del gobierno en llegar a acuerdos por la izquierda”, añadió Huergo.

Podemos-Equo Xixón considera que, con todas sus dificultades, la renta social tuvo un impacto notable en la ciudad, ayudando a las familias. Desde 2017 y a la espera de los datos definitivos de su evaluación, se brindó ayuda a cerca de 3.000 usuarios únicos, muchos de los cuales componen unidades familiares de más miembros, lo que hablaría de un impacto en al menos 6.000 personas. “Creemos que la renta debe evaluarse a conciencia porque nos va a ofrecer un rostro importante de la ciudad, de sus realidades de precariedad, privación material severa o soledad, por no hablar del ya conocido beneficio en el comercio local de la ciudad, que en tres años percibió de esta forma casi siete millones de euros”, explicó Yolanda Huergo, lo que deja una inversión real de algo más de dos por anualidad.

Una ayuda mejor

Podemos-Equo Xixón planteó la necesidad de mejorar y modificar la renta con agentes del tercer sector, profesionales del trabajo social y las propias personas usuarias, pero siempre desde un análisis de la situación socioecónomica y de las consecuencias de la crisis que ponga el foco en las personas, en su precariedad crónica y en las formas en que las administraciones pueden y deben ayudar: «no es de recibo enfrentar a la ciudad con cuestiones como elegir entre becas comedor o renta social, la voluntad política permite tener buenas becas comedor y buena renta social y eso se consigue con dotación económica suficiente».

“Las premisas de las que partimos a la hora de concebir la atención social en nuestra ciudad ponen en el centro la dignidad de las personas y el respeto a los derechos humanos fundamentales: la gente no es pobre porque quiere, sino porque en este país hubo una estafa, a la que llamaron crisis, que ha destruido el empleo, ha bajado los salarios y ha puesto muy difícil la vida de la gente. Cuando hablamos de contraprestación por recibir una ayuda, hablamos de salario y este no debería ser de miseria, sino partir del SMI de 900 euros, cuya subida por parte del PSOE se debe al trabajo de Unidas Podemos en el Congreso”, señaló Huergo.

La portavoz abundó en el rechazo de su grupo a un condicionamiento de las ayudas que hace pensar en que la percepción de una ayuda es “culpa” de quien la recibe, y no un efecto de las políticas económicas del PSOE y del PP durante los últimos años.