La coalición exige, además de la estación en El Lauredal, la instalación de las cámaras de vigilancia de la contaminación

Los gobiernos del Principado y de Xixón están mareando a la ciudadanía con declaraciones cruzadas, compromisos al aire y medias verdades en torno a la contaminación de la zona oeste de la ciudad. Exigimos que se dejen de ‘dires y diretes’ e implanten medidas ya para controlar la calidad del aire”, sentenció ayer la portavoz de Podemos-Equo Xixón, Laura Tuero. Tras decir este mismo miércoles que la estación fija de control de la calidad del aire que la sociedad gijonesa reclama para El Lauredal se instalaría en Jove, la Consejería de Medio Ambiente del Principado ha reabierto la puerta a la primera opción. “Todas estas vueltas parecen una excusa más para no hacer nada. Han demostrado una y otra vez que no hay voluntad política de terminar con el problema”, añadió la portavoz.

Para Podemos-Equo, a falta de profundizar más, el plan del Principado para la zona oeste se queda corto. De hecho, ha recordado que existen otras medidas al alcance que exigirán al equipo de gobierno de Xixón. “Llevamos casi un año esperando a que cumplan con el compromiso de instalar las cámaras de vigilancia de contaminación, reclamación vecinal aprobada en unos presupuestos participativos. El problema no es que no cumplan con nuestro grupo, es que no cumplen con la ciudadanía que sufre las consecuencias de la contaminación”, señaló Laura Tuero. Unas cámaras que apuntarían directamente al origen del problema, que está en la industria de la zona. “Vemos como Arcelor incumple de forma sistemática la normativa europea de calidad del aire, pero el equipo de gobierno no se atreve a tomar medidas y a exigírselas a la multinacional”, explicó. 

Impacto en embarazadas

Lo mismo ocurre con la recuperación del estudio de la Universidad de Oviedo sobre el impacto de la contaminación de la zona oeste sobre las embarazadas. “Estamos una vez más ante un intento de ocultar el polvo bajo la alfombra. Si no hay datos negativos porque no se estudian, o como ocurre en otros casos porque se colocan las estaciones en lugares escondidos, pueden seguir contaminando”, sentenció la portavoz.

Y es que Laura Tuero insiste, además, en la medida más urgente, que es la de que los datos de la estación móvil de El Lauredal comiencen a contar oficialmente para poder aplicar los protocolos. “No puede ser que sepamos de manera certera, con datos sobre la mesa, que los límites se incumplen y que habría que aplicar protocolos para proteger la salud de la gente y miremos para otro lado por un tema burocrático”, explicó. Esta medida no implica que se instale la estación fija para reforzar su oficialidad.